Aunque el Dr. Montoya no propone nada concreto, queda claro que el acento de esta columna se asemeja mucho a aquellos que promueven políticas proteccionistas bajo la excusa de la seguridad alimentaría. Japón primero dijo que era cuestión de seguridad, ahora dice que es por mantener su tradición, y en un futuro muy cercano se inventara otra excusa para mantener subsidiado su arroz que cuesta producir 11 veces más que en otras regiones del mundo. No podemos caer en la trampa en que están cayendo muchos al proteger nuestras fronteras y limitar nuestras exportaciones agrarias bajo el escudo de la seguridad alimentaría. No hay mejor forma de llegar a esta que con un campo prospero y competitivo y esto solo se hace con la dinámica de los mercados del mundo. ¿Acaso vemos inseguridad alimentaría en las lomas del eje cafetero o en las planicies del valle del cauca? ¿a donde va toda esa azúcar a ese grandioso café? Al extranjero.
En Burkina Faso (con una “s”) se sufre pero la crisis viene desde hace mucho antes. Con USA subsidiando su el algodón y otros granos bajo la excusa de la seguridad alimentaría, lo que han hecho es reducir los precios a nivel mundial. Ahora la crisis esta patas arriba, pero lo que queda claro es que esta crisis es el resultado de políticas miopes que tratan de controlar el sector agrícola generando consecuencias catastróficas en el resto del mundo, sobre todo en aquellos países que dependen de importaciones para alimentarse. La inseguridad alimentaría esta directamente relacionada a las acciones de gobiernos que tratan de “proteger” el sector generando así desincentivos a sus productores y alterando cada vez más el precio real de los productos. Para afrontar esta crisis mundial los países del mundo tienen que dejar el egoísmo y pensar en el bienestar global. Espero que Colombia lo haga.
2 comments:
Me gusta mucho su blog, pero no puedo estar de acuerdo en absoluto con tus comentarios acá. ¿Si se ve pobreza y hambre en el Valle o en el Eje Cafetero? ¡Sí! Desde una economía basada en mano de obra esclava, a una basada en macheteros mal pagados, la economía azucarera del Valle está orientada a la exportación no para fomentar la seguridad alimentaria, sino A COSTE de ella. Incluso en el Eje Cafetero, donde una distribución más justa de la propiedad ha llevado a cierto desarrollo económico generalizado, hoy en día la dependencia sobre el café deja muchos problemas en la zona (a pesar de los precios altos de los últimos meses). Hoy el gobierno colombiano hace bien cuando intenta promover la plantación de cultivos de pancoger en el Eje.
Además, me parece ingenuo e improductivo la recomendación que Colombia se enfoque en "el bienestar global" en vez del bienestar de su propia población. De hecho, Colombia lleva décadas exportando un polvo blanco de alto valor, y sólo ha empeorado la desigualdad en el país.
En un caso extremo, un enfoque excesivo en la exportación de materias primas, y no en la producción de comida para el mercado nacional, lleva a barbaridades tales como el despojo violento de tierras en Chocó y Urabá para sembrar palma y bananos para la exportación, o a megaproyectos de minería extranjea que contaminan mucho y crean pocos empleos.
En cualquier caso, gracias por excribir este blog
Greg,
Gracias por tu comentario y por ser lector de este blog.
Es repuesta a su opinion, yo sigo creyendo en la importancia de tener en cuenta el bienestar global en las políticas publicas de cada país. Este tema es particularmente importante en el área de agricultura, puesto que tiene el potencial de afectar el bienestar de millones de campesinos de países en vía de desarrollo.
No importa si es Estados Unidos o la Unión Europea subsidiando productos que deprimen los precios internacionales, o Rusia prohibiendo la exportación de trigo, ambas políticas tienen impactos desastrosos en consumidores pobres y pequeños productores. Es mas, muchas veces estas políticas se convierten en bolas de nieve que terminan afectando mucha mas gente de las que inicialmente buscaba proteger.
En cuanto a nuestro caso en Colombia, estoy deacuerdo con usted sobre los problemas sociales que persisten en el valle donde campesinos han sido obligados a trabajar tierrar marginales y los cortadores de caña trabajan bajo condiciones muy injustas.
Pero la zona cafetera si es otro cuento. Esta ha sido capaz de mantener la cultura del pequeño caficultor, con niveles de prosperidad muy por ensima de otras zonas cafeteras del mundo. Fuera de eso, el trabajo que se ha logrado hacer promocionando el cafe Colombiano como marca de origen es motivo de envidia para mucho paises.
Estare escriviendo un post sobre la necesidad por una reforma agraria en Colombia. Este pendiente.
Saludos
Rafael
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